
Fira
Este proyecto de reforma parte de la premisa de crear un espacio moderno, equilibrado y con carácter, donde el juego de texturas y contrastes define la identidad del baño.
Los azulejos blancos decorativos, con relieves sutiles o patrones orgánicos, aportan luminosidad y dinamismo visual, elevando la pureza del blanco a un lenguaje estético más sofisticado. Estos se combinan con azulejos de roble claro, que aportan calidez y una sensación natural que equilibra la frialdad habitual de los espacios húmedos.


El contraste se acentúa con detalles en negro mate, presentes en griferías, perfiles y elementos funcionales. Estos acentos introducen un toque contemporáneo y sobrio, que enmarca el diseño con precisión y elegancia.
El resultado es un baño que trasciende lo funcional para convertirse en un espacio de calma y estilo, donde la materialidad y el contraste cromático crean una experiencia sensorial sutil pero impactante.

