
Bali
En este proyecto de remodelación, el objetivo fue crear un ambiente sofisticado y sereno que capturara la esencia de la costa sin caer en los clichés. La peluquería se transforma en un refugio de estilo y bienestar, donde cada detalle está pensado para generar una experiencia estética y sensorial única.
El suelo de mármol blanco actúa como base luminosa y elegante, aportando frescura y amplitud al espacio. Las paredes se revisten con un delicado papel pintado estilo lino en tonos suaves y crudos, que evocan la naturalidad de las fibras orgánicas y contribuyen a una atmósfera envolvente y cálida.
Un gran fotomural en blanco y negro, con un estampado de palmeras, introduce un guiño costero sutil y contemporáneo, conectando el interior con el paisaje exterior sin perder la sofisticación del conjunto. Este elemento visual se convierte en el foco del local, equilibrando textura y contraste.
Los espejos con marcos en dorado vintage, junto con otros elementos decorativos en este acabado, aportan un toque de glamour atemporal que eleva la estética del espacio sin sobrecargarlo. La combinación de líneas limpias con detalles clásicos crea una atmósfera elegante, relajada y perfectamente equilibrada entre lo moderno y lo nostálgico.
Este proyecto no solo transforma un local, sino que redefine la experiencia de cliente en la peluquería: un espacio donde el diseño invita a quedarse, relajarse y disfrutar.


